Juntos pero no revueltos
O cómo el progreso nos incomunica.
Es cierto que los progresos tecnológicos están ligados al avance de nuestro modelo de vida, de hacernos las cosas mucho más fáciles, viviendo en un universo de comodidades donde cada día más todo lo que nos quieren ofrecer está a nuestro alcance a través de un simple click. Ciertamente estamos aún en un progreso industrial que lleva entre nosotros más de 200 años desde que James Watt inventara la máquina de vapor e hiciera de algunos trabajos, algo mucho más mecánico y simple para el ser humano, y poco a poco, esta industria ha ido evolucionando hacia las nuevas tecnologías, muy útiles, pero que sin embargo nos incomunican. Hoy en día la red de redes, conocida como internet, une a millones de personas entre conversaciones, búsqueda de información, compras, subastas y un largo etcétera. Y es que ahora se puede hacer casi todo desde nuestra casa, desde comprar unas entradas al cine, encargar la compra semanal, mirar la ropa que nos guste, así como libros, discos, muebles e infinidad de artilugios más. Nuestras conversaciones que antes eran por teléfono o en persona se recluyen más en la mensajería instantánea, salones de chat y el correo electrónico. Esto nos lleva a casi no explorar la calle, o cada vez menos, puesto que casi todo lo podemos realizar desde nuestra estación personal de trabajo, como desde un móvil, palm y un largo etcétera.
Asimismo nos seguimos valiendo de aparatos industriales para hacer nuestra vida algo más sencilla, electrodomésticos como el lavavajillas, el microondas, la secadora … en nuestros aparatos electrónicos de diario, el móvil, la agenda electrónica, una cámara digital, el mp3 portátil. Estrés de tecnología generado por la demanda de cosas más útiles, más prácticas y más accesibles para todo el mundo que disponga de dinero para “caprichos”.
Incluso las nuevas tecnologías como la domótica y la biometría impulsan a esta incomunicación creada por la tecnología, con sistemas de compra a través de la nevera, sistemas de movimiento y reconocimiento de voz y huellas dactilares para que absolutamente todo lo podamos hacer desde nuestro hogar, conectados a todo el mundo pero sin ver la cara a nadie (excepto por videoconferencia), e incluso trabajando desde nuestro domicilio.
Creo que es necesario, pero con una limitación, que por muchas máquinas que nos envuelvan aún no se ha conseguido emular una máquina que sea capaz de sentir como nosotros lo hacemos, y no estar ligados a un entorno de programación basado en reglas. El progreso lo creamos nosotros, y necesitamos ese contacto humano, el calor que alguien desprende y llena de motivación, ilusión, alegría, pena … de todos esos sentimientos que nos caracterizan y son irremplazables. Y que por muy comunicados que estemos, jamás las máquinas deben sustituir lo que nos hace humanos.
Comentarios
Mis odios ayer me comunicaron que un sujeto de mi grupo clase habia dicho que el sentido de la vida es buscar la felicidad en la comodidad que nos rinde la tecnologia. Me lo cargo?